El crecimiento poblacional ha hecho que en recientes décadas se vuelva más complicado ofrecer los servicios básicos y soluciones de vivienda para una calidad de vida digna. Afortunadamente, la necesidad impulsa al ingenio para producir nuevas soluciones.
Tal es el caso para el suministro de agua, un grupo de investigadores de la Facultad de Estudios Superiores Aragón, representados por el ingeniero Martín Rubén Martínez Magaña, que desarrollaron modelos matemáticos para volver más eficiente a la infraestructura actual de la red hidráulica, analizando cargas por zona para cambiar a diámetros de tubo que produzcan la presión requerida y la configuración que mejore el funcionamiento hidráulico en general. De esta forma, se podrían eficientar esfuerzos para resolver la falta de agua en asentamientos urbanos.
Para rehabilitar redes o llevar el servicio a nuevas comunidades, el modelo matemático debe tener como factores principales la presión, la calidad y la cantidad de líquido que se requiere según la zona. Dicho modelo se inspira en los procesos biológicos como series genéticas y el comportamiento en colonias de hormigas para la resolución de problemas, en este caso la mejor distribución de la red hidráulica con las variables que se alimenten.
Además de los avances científicos para acercar los servicios básicos, se plantean nuevos programas gubernamentales de apoyo para revertir el rezago en la vivienda que se tiene en México, cuya cifra está en 8.9 millones de hogares, principalmente en zonas rurales, que les hacen falta construcciones completas, necesitan mejoras o un reemplazo total.
La Comisión Nacional de la Vivienda (CONAVI) reconoce que las razones del rezago es la percepción económica, pues la población afectada no llega a ganar más de dos y medio salarios mínimos y se encuentran ubicados en zonas rurales y periurbanas. Entre sus programas se promueve que las familias economicen al construir ellos mismos su casa, teniendo apoyo de expertos; podrían solicitar financiamiento hasta por 200,000 pesos en combinación de fondos de la CONAVI, municipios y estado y un enganche de la familia, para después pagar mensualidades de 500 pesos al mes. El modelo está pensado para que la CONAVI ponga 60,000 pesos por proyecto, hasta un 20 por ciento el municipio y el estado, 24,000 respectivamente; la familia hace el trato con 6,000 pesos de enganche.
Para este año, el presupuesto contemplado para 151,000 proyectos de vivienda asciende a los mil millones de pesos, más otros mil ochocientos millones que contribuirán los estados.