El biodigestor en la agroindustria.
La necesidad de un pequeño sector agrícola en la India, de contar con combustible de fácil acceso para trabajar con maquinaria básica, así como para echar a andar sistemas de calefacción, hizo que en los años 50 surgieran los primeros biodigestores.
Más de medio siglo después, los biodigestores Rotoplas con los que contamos en la actualidad no son mucho más complejos que los ideados en aquél entonces; pero sí son más eficientes.
Estos instrumentos son capaces de llevar a cabo el tratamiento de aguas residuales, reduciendo hasta el 80% de emisiones de olores desagradables, así como el impacto ambiental que tienen estas aguas en el suelo al ser vertidas.
Utilizar un biodigestor Rotoplas es sencillo, por lo que su uso facilita la vida de las personas que viven en áreas de difícil acceso para la red hidráulica pública. Se trata de dispositivos autolimpiables que contribuyen a que cada vez se usen menos las fosas sépticas, pues el biodigestor es capaz de llevar a cabo el tratamiento de las aguas grises, con lo cual su impacto positivo en el medio ambiente se duplica.
¿Registro de lodos?
En las zonas con ausencia de un sistema de tratamiento de aguas, es común que existan el desbordamiento y el descontrol del drenado de las aguas grises, lo que puede resultar en grandes áreas lodosas y de mal olor, así como en agua estancada que propicia la reproducción de mosquitos e insectos, que resultan peligrosos para la convivencia humana porque pueden propagar enfermedades.
Cuando se trata de combatir estas situaciones, los registros de lodos resultan ser una excelente herramienta para elevar la eficiencia del trabajo de los biodigestores.
La función del registro de lodos Rotoplas consiste en recibir los sólidos que se producen en el biodigestor, y resguardarlos evitando que contaminen y produzcan otros daños.
En pocas palabras, se trata de un depósito impermeable donde se acelera el proceso de secado de los lodos.
El registro de lodos Rotoplas es útil para instalar con el Biodigestor de 600 y 1300 litros. Para biodigestores de mayores capacidades, pueden fabricarse registros de lodos con material de construcción o mampostería.
Un biodigestor equipado con registro de lodos requiere de un mantenimiento sencillo. Este es otro de sus beneficios, pues basta con abrir la llave de desagüe para que la gravedad ayude a salir el lodo que se encuentre dentro del biodigestor, y una vez completamente vaciado y limpio, volver a iniciar con su ciclo de trabajo.
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