La ciudad de México es una de las urbes más pobladas y contaminadas del mundo, que enfrenta un grave problema de abastecimiento de agua potable.
La sobreexplotación de los mantos acuíferos, el crecimiento demográfico y urbano, las sequías, el cambio climático y la falta de infraestructura adecuada son algunos de los factores que contribuyen a esta situación.
Una de las principales fuentes de agua para la ciudad de México y el estado de México es el sistema Cutzamala, que capta el agua de siete presas ubicadas en las cuencas altas de los ríos Cutzamala, Lerma y Balsas, en los estados de Michoacán y México.
Este sistema, considerado uno de los más grandes e importantes del mundo, transporta el agua a través de más de 300 kilómetros de tuberías, canales, túneles y plantas de bombeo y potabilización, hasta llegar a la zona metropolitana, donde abastece a más de 10 millones de personas.
Sin embargo, el sistema Cutzamala también enfrenta serios desafíos para garantizar el suministro de agua de calidad y cantidad suficiente.
Entre ellos se encuentran:
- La disminución del nivel de las presas, que se encuentran por debajo del 40% de su capacidad, debido a la falta de lluvias y al aumento de la demanda de agua.
- El deterioro de la infraestructura, que provoca fugas, desperdicios y averías, y que requiere de mantenimiento y renovación constante.
- El impacto ambiental y social, que afecta a las comunidades y ecosistemas de las zonas de origen y destino del agua, generando conflictos por el uso y la distribución del recurso.
Ante este panorama, es necesario tomar medidas urgentes para asegurar el abastecimiento de agua para la ciudad de México y el estado de México, tanto a corto como a largo plazo.
Algunas de las acciones que se están implementando o se proponen son:
– Ampliar la capacidad del sistema Cutzamala, mediante la construcción de una nueva presa, la de El Naranjal, que permitiría aumentar el caudal en 5 metros cúbicos por segundo, y la modernización de las plantas de bombeo y potabilización existentes.
– Mejorar la gestión y el aprovechamiento del agua, mediante la instalación de medidores, la reducción de fugas, la optimización de la presión, el uso de tecnologías de tratamiento y reúso, y la promoción de una cultura del agua responsable y eficiente.
– Diversificar las fuentes de abastecimiento, mediante la recuperación de los acuíferos locales, la captación de agua de lluvia, la desalinización del agua de mar y la importación de agua de otras cuencas.
Estas medidas requieren de una inversión económica, una coordinación institucional, una participación social y una visión integral y sustentable, que permitan garantizar el derecho humano al agua y la preservación de los ecosistemas.
Consejos para la prevención, el ahorro y el almacenamiento de agua
Como ciudadanos, también podemos contribuir a cuidar el agua y a enfrentar la escasez, mediante acciones sencillas y cotidianas que nos ayuden a prevenir, ahorrar y almacenar el agua.
Algunos consejos son:
– Cierra el grifo mientras te lavas los dientes, te afeitas o te enjabonas, y utiliza un vaso o una jarra para enjuagarte. Así puedes ahorrar hasta un 90% del agua que se usa en el aseo personal.
– Dúchate en lugar de bañarte, y reduce el tiempo de la ducha a cinco minutos o menos. Así puedes ahorrar hasta 150 litros de agua por cada baño.
– Coloca una o dos botellas llenas de agua o de arena dentro del compartimento de recarga del inodoro, o instala un sistema de doble descarga. Así puedes ahorrar hasta un litro y medio de agua cada vez que tiras de la cadena.
– Recoge el agua fría que sale del grifo o de la ducha mientras esperas a que se caliente, y utilízala para otras tareas, como regar las plantas, lavar el coche, limpiar el suelo o llenar la cisterna del inodoro.
– Revisa y repara las fugas de agua en las tuberías, los grifos, el inodoro y los electrodomésticos, y sustituye los modelos viejos por nuevos de bajo consumo.
– Utiliza la lavadora y el lavavajillas solo cuando estén llenos, y elige programas cortos y con agua fría. Así puedes ahorrar hasta 100 litros de agua por cada lavado.
– No contamines el agua con productos químicos, aceites, pinturas, medicamentos o residuos sólidos, y deposítalos en los contenedores adecuados.
– Instala dispositivos de ahorro de agua, como aireadores, reductores de caudal o sistemas de riego por goteo.
– Capta y almacena el agua de lluvia, mediante la instalación de barriles, cisternas, tanques o sistemas de recolección en los techos, y utilízala para regar las plantas, lavar el coche, limpiar el suelo o llenar la cisterna del inodoro.
– Usa tanques de polietileno para el almacenamiento de agua, ya que la mantienen en mejor estado. Los tanques de polietileno son resistentes a la corrosión, duraderos, fáciles de instalar y económicos.
Además, están fabricados con polietileno de grado alimenticio, que no contamina ni altera la calidad del agua potable.
Principalmente cuando esta agua será utilizada en procesos industriales; en los que es de suma importancia mantener la pureza al 100%.
O en su caso para el almacenamiento de químicos utilizados en farmacéutica o industrias de manufactura o alimentos.
Puedes encontrar más información sobre los tanques de polietileno
https://distribuidornacional.com/como-elegir-el-tanque-rotoplas-ideal-para-tu-proyecto/
Estos consejos, además de ayudarte a cuidar el agua, te permitirán ahorrar dinero y energía, y contribuir a la protección del medio ambiente.
2 respuestas
Pero aquí ya no podemos Aser nada más para reciclar el agua la pipa la tenemos al mes para 3 familias no nos allcanza
Lo entendemos