El término estrés hídrico es en sí una problemática actual y que seguramente estará aún más latente en próximos años, describe en qué medida está expuesta la población al riesgo de falta de agua. Hablar de estrés hídrico es referirnos a una demanda de agua donde la disponibilidad del agua es menor a la que se requiere, o bien cuando el uso de la misma es imposible por su baja calidad.
Los problemas ante la escasez de agua y su uso desproporcionado es resultado de la falta de consciencia en nuestra sociedad, la contaminación además es un tema muy grave ya que amenaza las aguas subterráneas, la calidad de los ríos, lagos y acuíferos está disminuyendo; mientras que las inundaciones, sequías y huracanes son cada vez más constantes.
Para no empeorar el problema es justo fomentar una cultura del agua la cual permita un uso sostenible y prudente del agua, donde la utilización de alternativas o bien sistemas eficientes eviten el empeoramiento del problema y con ello además el gasto sea mucho más prudente.
Existen alternativas para tener un mejor cuidado del agua, se puede aprovechar el agua de la lluvia utilizando un sistema de captación pluvial, así mismo existen equipos profesionales para el sanemianento de aguas negras y grises, además buscar la manera de ahorrar agua, y cuidar el medio ambiente.