El impacto del TLCAN en la industria de México, «EL Tratado de Libre Comercio de América del Norte», desde que entró en vigencia en 1994, eliminó las barreras al comercio y a la inversión entre México, Estados Unidos y Canadá. México, gracias a las condiciones de mercado que creó la firma de este acuerdo, se benefició de distintas maneras porque el TLCAN significó apertura comercial, lo que permitió un crecimiento considerable en la cifra de exportaciones totales, que se triplicó durante los primeros ocho años posteriores a la firma del acuerdo.
La eliminación de las barreras al comercio también se tradujo en un aumento en la cifra de inversiones extranjeras directas. Precisamente fue la firma de este tratado lo que incentivó a grandes empresas extranjeras a establecerse en México. La apertura de estas multinacionales en suelo nacional significó, sin duda, un aumento importante en la cifra de empleos disponibles para el obrero y el profesionista mexicano. Si bien es cierto que los tres países obtuvieron beneficios en el rubro de la creación de empleos, México fue el más beneficiado en relación con el tamaño de su economía.
La creación de empleos gracias a este tratado comercial
Que se firmó durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari, también favoreció a los campesinos mexicanos, que tuvieron la oportunidad de conseguir trabajos en exportadoras nacionales en lugar de emigrar a los Estados Unidos. En pocas palabras, estas nuevas condiciones de empleo y comercio abrieron la posibilidad de enviar más productos a Canadá y al vecino del norte, y menos mexicanos para trabajar sus campos.
A pesar de algunas de las observaciones que se hicieron sobre lo fatídico que resultó el TLCAN para el campo mexicano, lo cierto es que las exportaciones agroalimentarias aumentaron en un 9% anual durante los primeros años de operación del acuerdo. Las ventajas para el campo mexicano siguen siendo reales. Por poner un ejemplo, entre junio de 2015 y julio de 2016, México exportó aguacate a decenas de países, pero Estados Unidos fue el principal mercado, ya que recibió alrededor de 866 mil toneladas de ese producto, que principalmente se cosechó en el estado de Michoacán.
Además de los beneficios conseguidos en cuanto a empleos, crecimiento económico y ventajas para el campo, la apertura de México al comercio con los otros dos países de América del Norte tuvo un impacto directo en el consumidor mexicano. Al abrirse a la importación de productos, el comprador promedio comenzó a tener acceso a una mayor variedad de bienes y servicios, que en ocasiones eran más baratos y de mejor calidad.
La firma de este acuerdo, al facilitar una mayor inversión extranjera, permitió tener más empleos, un dólar más barato, tasas de intereses más bajas y más exportaciones a Estados Unidos. Así, las ventajas del TLCAN terminaron por beneficiar directamente al grueso de la población mexicana.
*Con información del Cato Institute